Maestro y no Profesores

Los procesos educacionales a lo largo de la historia han sido posibles gracias a la trasmisión de conocimientos y experiencias de las distintas generaciones. Proceso que se ha desarrollado de la mano de grandes maestros, que se han esforzado por aportar con una educación que no sea temporal sino para la vida. Y es que ese debe ser el rol real de los educadores, ser maestros y no profesores.
De concepción particular, un profesor es aquel individuo que prepara una clase, asiste a una institución de enseñanza y la imparte, deja tareas, las revisa y pone una nota por cumplimiento. En cambio un maestro, es aquel ser humano que no prepara una clase pero que con sus conocimientos y experiencia prepara a sus alumnos, les ensaña sobre ciencias aplicándolo a la vida, él no califica por cumplimiento sino por conocimiento. Esos son los aspectos que difieren al uno del otro y que permite a las sociedades educarse mejor.
Pero, ¿Qué debemos hacer para recuperar ese idealismo decadente de educación que tanta falta le hace a nuestro presente?, es fácil; debemos trabajar en conjunto, esforzarnos por rescatar lo que nos hace falta porque simplemente nos hace bien y debemos aprovechar que esta aspiración no es ajena a nosotros, que ya no desconocemos. No es una tarea fácil, pero podemos no hacerla imposible.
La educación es un derecho de todos, aprovecharla es una oportunidad para quienes busquen la excelencia.